Éffeta
Sucede que me canso de ser Elvis, un ícono desvanecido, de los peinados, del cántico, alfombras verdes en olvido. Me canso de este ser que soy, de la inmensidad que señala, al firmamento de luminarias, poesía sin fin, la que no se desala/ásala/erradicación. Una Palestina en pedazos...
Sucede que la inmensidad, mácula colonial antigua/ruptura constante de una lengua, sencilla y pura. Astuto en la estética del discurso, sin metaliteratura, bordes indefinidos de líneas, cohabitaciones en la ternura. Espíritu astuto, medio pop distorsionado en el RV estacionario, me canso de comer salchichas enlatadas, el odio fragmentado y la sal en el calendario.
Me pregunto por tu jardín, tus flores, los tiestos y artilugios, me canso de ser efímero y me entrego a la palabra santa en divinos versos.
Alejado de todo acto anárquico, poeta y pecador a la vez, sucede que me canso, pero en la entrega, renazco otra vez. Todos los dones de la fortuna vienen acompañados de un murmullo (...)
Comments
Post a Comment